El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que faculta al Pentágono para utilizar fuerza militar contra cárteles de la droga en operaciones terrestres, marítimas y aéreas.
La medida fue dada a conocer por The New York Times, se sustenta en la clasificación previa de estos grupos como organizaciones terroristas internacionales. Dicha decisión abre un marco jurídico más amplio para acciones ofensivas.
Desde Washington, la Casa Blanca subrayó que la iniciativa responde a la prioridad de reforzar la seguridad interna estadounidense y neutralizar a organizaciones criminales que operan a nivel transnacional. La estrategia forma parte de un plan de mayor alcance que Trump puso en marcha en su segundo mandato.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum descartó que la orden implique una intervención militar extranjera en territorio nacional. Sostuvo que en los diálogos bilaterales se dejó claro que la cooperación con Estados Unidos no contempla la presencia de tropas foráneas.
Sheinbaum reiteró que el país mantiene regulaciones estrictas para la actuación de agentes internacionales, independientemente de su origen.
La decisión de Donald Trump se inserta en un contexto de presiones diplomáticas en el que el combate al narcotráfico es una de las exigencias más constantes hacia México, especialmente en el marco de las negociaciones comerciales y las discusiones sobre aranceles.
Analistas consideran que, si bien la orden ejecutiva no supone una acción militar inmediata, sí envía una señal política contundente sobre la disposición de Washington a ampliar el uso de su fuerza militar contra amenazas percibidas más allá de sus fronteras.