El Congreso de El Salvador reformó la Constitución para permitir la reelección presidencial indefinida y extender el mandato de cinco a seis años. Con mayoría de su partido, Nuevas Ideas, el presidente Nayib Bukele consiguió eliminar también la segunda vuelta electoral y ajustar su periodo actual para terminar en 2027, allanando el camino a su posible continuidad en el poder. La decisión, aprobada este jueves, marca un punto de inflexión en la democracia salvadoreña.
Cambios fundamentales en la reforma constitucional
La reforma impulsada por la diputada Ana Figueroa modifica cinco artículos de la Constitución, con estos efectos principales:
- Reelección sin límites: Los presidentes podrán postularse indefinidamente.
- Extensión del mandato: De cinco a seis años a partir de 2029.
- Eliminación de segunda vuelta: Ganará quien obtenga más votos en primera ronda.
- Ajuste al periodo actual de Bukele: Terminará en 2027 (no en 2029) para alinear las elecciones presidenciales con las legislativas.

Figueroa defendió los cambios argumentando que:
«todos los cargos electivos en El Salvador permiten reelección, excepto la presidencia».
Sin embargo, críticos señalan que la medida consolida un sistema de poder sin contrapesos.
Bukele y su consolidación política
El presidente salvadoreño, en el poder desde 2019, ya había logrado en 2021 que la Corte Suprema—controlada por sus aliados—le permitiera buscar un segundo mandato pese a la prohibición constitucional. En febrero de 2024, fue reelegido con el 84.6% de los votos, aprovechando su popularidad por la drástica reducción de la violencia pandilleril.
Bukele, quien se autodenomina «el dictador más cool del mundo» en tono irónico, ha centralizado el poder con:
- Control del Legislativo (Nuevas Ideas tiene 54 de 60 escaños).
- Reforma judicial que removió jueces críticos.
- Políticas de mano dura contra pandillas, aunque con denuncias de violaciones a derechos humanos.
Este nuevo paso hacia la reelección indefinida genera preocupación entre organismos internacionales, que ven un retroceso democrático en la región.