Nace en EE.UU. «el bebé más viejo del mundo» de un embrión congelado hace 30 años. El pasado sábado, Lindsey y Tim Pierce, una pareja de Ohio, dieron la bienvenida a su hijo Thaddeus Daniel Pierce, concebido a partir de un embrión preservado desde 1994. Este caso supera el récord anterior de gemelos nacidos en 2022 de embriones congelados en 1992. La historia, que combina avances científicos con decisiones personales profundas, revela cómo la tecnología reproductiva puede trascender décadas.

Un viaje científico y emocional
El embrión de Thaddeus fue creado en 1994 por Linda Archerd y su entonces esposo mediante fecundación in vitro (FIV). De los cuatro embriones resultantes, uno se convirtió en su hija, hoy adulta, mientras los otros tres permanecieron criopreservados. Archerd, ahora de 62 años, pagó miles de dólares anuales por su almacenamiento, rechazando opciones como la donación anónima o la investigación. «Quería que el bebé conociera sus orígenes», explicó a MIT Technology Review.
La conexión con los Pierce surgió a través de Nightlight Christian Adoptions, una agencia que facilita la «adopción de embriones». Archerd buscaba una familia cristiana y caucásica en EE.UU., criterios que los Pierce cumplían. La transferencia se realizó en Rejoice Fertility (Tennessee), clínica especializada en embriones congelados sin importar su antigüedad.

Implicaciones médicas y éticas
Este caso abre debates importantes:
- Viabilidad embrionaria: Demuestra que embriones pueden mantenerse viables por décadas, ampliando opciones reproductivas.
- Elección informada: Archerd priorizó el vínculo biológico futuro, mientras los Pierce buscaban alternativas tras siete años de infertilidad.
- Regulación: Subraya la necesidad de políticas claras sobre criopreservación a largo plazo y derechos de donantes.
Lindsey Pierce enfatizó que no buscaban un récord, sino «tener un bebé». Para Archerd, ver fotos de Thaddeus fue confirmar un parecido con su hija, cerrando un ciclo de 30 años.
El nacimiento de Thaddeus marca un punto importante en medicina reproductiva, pero también humaniza la ciencia con una historia de espera, elecciones y conexiones familiares inusuales. Mientras la tecnología avanza, casos como este invitan a reflexionar sobre el equilibrio entre innovación y ética. Para más detalles sobre criopreservación y adopción de embriones, consulte fuentes especializadas.