Alaska como tablero: lo que realmente busca Putin en la cumbre con Trump

Alaska como tablero: lo que realmente busca Putin en la cumbre con Trump Alaska como tablero: lo que realmente busca Putin en la cumbre con Trump
Análisis de los objetivos de Trump y Putin en su cumbre en Alaska: fin de la guerra en Ucrania y posibles acuerdos territoriales.

Donald Trump y Vladimir Putin celebran este viernes una cumbre en Alaska que podría definir el curso de la guerra en Ucrania. El encuentro, el primero entre ambos mandatarios desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, ocurre cuando Rusia busca legitimar sus conquistas territoriales y Estados Unidos intenta posicionarse como mediador. Alaska ofrece un escenario simbólico: cerca de Rusia pero lejos de Europa, en territorios que pertenecieron al imperio zarista hasta 1867.

Putin llega con la ventaja de haber roto el aislamiento diplomático occidental, mientras Trump busca cumplir su promesa de campaña de «terminar la guerra en días». Sin embargo, las posiciones iniciales muestran divergencias irreconciliables: Moscú exige la anexión de cuatro regiones ucranianas, mientras Kyiv advierte que no cederá territorio.

Los objetivos estratégicos de Putin

El Kremlin prioriza tres aspectos en esta cumbre:

  1. Reconocimiento internacional: La mera celebración de la reunión demuestra que Rusia superó el aislamiento impuesto tras la invasión de 2022.
  2. Legitimación territorial: Putin insiste en conservar Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, que ocupa parcialmente desde 2022.
  3. Presión económica: Con sanciones afectando sus exportaciones energéticas, Rusia necesita alivio financiero.

La ubicación en Alaska beneficia a Moscú. Al estar a 90 km de Rusia, Putin evita sobrevolar países hostiles. Además, margina a la UE de las negociaciones, forzando un diálogo bilateral donde Rusia tiene más influencia. Medios estatales como Moskovsky Komsomolets ya celebran el evento como un triunfo diplomático.

La agenda contradictoria de Trump

El presidente estadounidense enfrenta tensiones entre sus promesas y la realidad:

  • En campaña prometió «paz rápida», pero alterna críticas a Zelensky con amenazas a Putin.
  • Congeló ayuda militar a Ucrania en febrero, pero impuso nuevas sanciones a Rusia en junio.
  • Habla de «intercambio de tierras», idea que rechaza Kyiv.

Trump redujo expectativas esta semana:

«Quizás me marche en dos minutos si no hay acuerdo», declaró.

Sin embargo, su deseo de ser reconocido como pacificador –incluso aspirando al Nobel de la Paz– podría llevarlo a aceptar concesiones riesgosas.

Escenarios posibles tras la cumbre

Expertos contemplan tres desenlaces:

  1. Acuerdo parcial: Una tregua que congele el conflicto sin resolver el estatus territorial.
  2. Presión sobre Ucrania: Trump podría reducir apoyo militar si Zelensky rechaza negociar.
  3. Fracaso controlado: Ambos líderes declararán avances simbólicos sin cambios reales.

La secretaria de prensa Karoline Leavitt calificó el encuentro como «sesión de escucha», señalando cautela. Mientras, Zelensky y líderes europeos mantienen llamadas urgentes con Trump para evitar sorpresas.

Esta cumbre ocurre cuando Rusia gana terreno en el este de Ucrania pero su economía sufre por sanciones. Putin necesita victorias tangibles, mientras Trump busca un éxito diplomático que refuerce su imagen global. El resultado podría redefinir no solo Ucrania, sino el equilibrio de poder euroatlántico.

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