Una operación antidrogas en territorio mexicano derivó en una controversia internacional. La Secretaría de Seguridad federal, encabezada por Omar García Harfuch, informó que el 3 de julio se detectó una aeronave sospechosa con rumbo a México.
El avión terminó asegurado en Colima con un cargamento de más de 400 kilos de cocaína. Según el reporte mexicano, la ruta inició cerca de San Salvador, lo que encendió las alarmas en el gobierno de El Salvador.
El presidente Nayib Bukele reaccionó de inmediato. En redes sociales, desmintió que el vuelo haya partido desde su país. Detalló que Costa Rica identificó la traza en su espacio aéreo y que El Salvador no registró ningún contacto. Además, explicó que el monitoreo regional a cargo del JIATFS estadounidense respaldó su versión.
Crisis diplomática en puerta México – El Salvador: Bukele llama a consulta a su embajadora
Como respuesta, el mandatario centroamericano pidió al gobierno mexicano una rectificación pública y señaló que el señalamiento carece de fundamento.
“No hay salvadoreños involucrados, no hay despegue desde nuestro país y no hay cobertura para delincuentes”, declaró.
Además de exigir la aclaración, Bukele reveló los nombres de los detenidos, todos ciudadanos mexicanos, y denunció lo que calificó como un intento por vincular injustamente a su país con actividades del crimen organizado. Ordenó llamar a consulta a su embajadora en México y dejó claro que El Salvador no permitirá que lo involucren en operaciones ilícitas ajenas.
Mientras tanto, Harfuch reiteró que México mantiene respeto por el pueblo salvadoreño, aunque defendió su declaración basada en reportes técnicos. Hasta ahora, ambos gobiernos se mantienen firmes en sus respectivas versiones.