El Tren Maya continúa posicionándose como uno de los megaproyectos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que más gastos provocan al país. Información reciente reveló que este medio de transporte presenta pérdidas anuales que alcanzan los 2 mil 500 millones de pesos.
Esto se trata de 10 veces más que sus ingresos, mismos que ya previamente fueron criticados por expertos e incluso autoridades del sistema ferroviario. A pesar de esto, las autoridades enfatizan los ingresos por 275 millones de pesos por venta de boletos, lo que en contraste con sus gastos de 2 mil 837 millones de pesos, deja una diferencia de 2 mil 562 millones de pesos.
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El Tren Maya, un barril sin fondo de la 4T
A pesar de los gastos que representa el Tren Maya por su mantenimiento y operación, aún continúa con subsidios de las autoridades federales. A esto se suman escándalos de irregularidades ambientales, afectaciones a la biodiversidad y poca transparencia en su realización.
También escándalos de corrupción, como la construcción de unas cabañas de lujo que son propiedad de la prima de AMLO, Felipa Obrador Olán, a 20 minutos de la estación de Palenque.
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Además está su costo de realización, pues originalmente costaría a los mexicanos 197 mil millones de pesos, que a su vez generaría beneficios a toda la población. Tan solo su realización tuvo un costo superior a los 500 mil millones de pesos.
Fue a mediados de mayo cuando el general Óscar David Lozano Águila, director del sistema, reconoció en el seminario de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) que el Tren Maya no es rentable bajo el actual modelo.
Indicó que existe una posibilidad de que alcance un punto de equilibrio económico para 2030, pero necesitaría aún apoyo del Gobierno Federal, además de transformar su modelo actual.