Tras más de tres décadas del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato del PRI a la Presidencia en 1994, la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo en Tijuana a Jorge Antonio Sánchez Ortega, señalado como el supuesto segundo tirador en el magnicidio ocurrido en Lomas Taurinas.
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones (RND), a Sánchez Ortega lo capturaron en la colonia Los Reyes, sobre la calle De los Reyes, en una vivienda sin número. La aprehensión tuvo lugar el sábado 8 de noviembre de 2025, a cargo de elementos federales adscritos a la delegación de la FGR en Baja California.
Tras su detención, al exagente lo pusieron a disposición de un juez federal, quien determinará su situación jurídica en los próximos días
Jorge Antonio Sánchez ya había sido detenido tras el asesinato de Colosio
No es la primera vez que Jorge Antonio Sánchez Ortega enfrenta acusaciones por su presunta participación en el homicidio de Colosio. En 1994, horas después del crimen en Lomas Taurinas, lo detuvieron como parte del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
Su captura inicial se debió a que portaba una chamarra con manchas de sangre, y al practicarle la prueba de rodizonato de sodio, resultó positivo por contacto con pólvora. Sin embargo, el juez a cargo del caso determinó que no existían pruebas suficientes para vincularlo directamente con el homicidio, por lo que lo liberaron.
Años después, en 2024, su nombre volvió a aparecer en las investigaciones de la FGR sobre el Caso Colosio, aunque un juez federal detuvo el proceso al considerar que no había elementos suficientes para una nueva orden de captura.
El abogado de Mario Aburto asegura que “ninguno de los disparos fue de él”
El abogado Jesús González Schmal, representante legal de Mario Aburto, insistió en que su cliente no fue el autor material del crimen de Colosio.
“En el asesinato hubo dos disparos, pero ninguno fue de Aburto”, afirmó el litigante en entrevista con Azucena Uresti. Según su versión, uno de los tiros lo realizó un sujeto al que se le conocía como «El Ruco«, a quien asesinaron al día siguiente del atentado, el 24 de marzo de 1994, en un taller mecánico en Tijuana.
González Schmal también señaló que Sánchez Ortega, exagente del CISEN, “dirigió la conspiración que se fraguó aquel día en Tijuana”.
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“México necesita sanar una herida política profunda”: abogado de Aburto
El representante legal de Aburto sostuvo que la reciente detención podría abrir una nueva etapa de verdad y justicia sobre uno de los episodios más oscuros en la historia moderna de México.
“Esto nos hace mantenernos optimistas en que México pueda sanar una herida que sigue siendo profundamente trascendente desde el punto de vista político”, comentó González Schmal.
Asimismo, denunció que su cliente permanece privado de la libertad injustamente, a pesar de que “ha tenido oportunidades de salir libre”, y señaló que su familia en Estados Unidos “vive un calvario que no merece”.
¿Es una “cortina de humo” la detención del segundo tirador?
Ante cuestionamientos sobre si la aprehensión de Jorge Antonio Sánchez Ortega busca distraer la atención pública de otros hechos violentos, como el asesinato del activista Carlos Manzo o la crisis de seguridad en Michoacán, González Schmal rechazó esa versión.
“No creo que sea una estrategia para ocultar la verdad; al contrario, esto puede abrir un horizonte de conocimiento sobre lo que realmente ocurrió hace 31 años”, aseguró el abogado.
El Caso Colosio: Una herida abierta en la historia de México
El asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido el 23 de marzo de 1994, marcó un punto de quiebre en la política mexicana. Aunque Mario Aburto Martínez fue detenido como autor material, múltiples teorías sobre un segundo tirador o una conspiración política han persistido durante tres décadas.
La detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega podría reabrir el caso y reactivar investigaciones pendientes que aún hoy dividen la opinión pública.
