La captura de Hernán Bermúdez, presunto líder de La Barredora, fue posible gracias a su esposa. Mientras él trabajaba en bajo perfil, ella realizó importantes gastos que llamaron la atención de las autoridades.
Fuentes dentro de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y la Marina informaron a Proceso sobre la detención que se llevó a cabo el 12 de septiembre pasado. «El Abuelo» estaba en una lujosa residencia, desde donde buscaba crear una célula del grupo delincuencial en América del Sur.
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El exsecretario de seguridad durante la administración de Adán Augusto López, actual senador por Morena, se mantuvo bajo la fachada de un empresario prominente en el ramo energético. Vivía en una zona exclusiva de Mariano Roque Osorio, cerca de la frontera con Brasil, donde disfrutaba de una vida discreta, pero ostentosa.
Su esposa, clave en la captura de Hernán Bermúdez Requena
La pieza esencial del rompecabezas para su detención fue que su pareja hizo gastos excesivos a través de una tarjeta de crédito. Según el informe de las autoridades, la mujer realizó compras que despertaron la atención de las autoridades. Sus gastos excesivos, que incluían bolsas de lujo de más de 70 mil pesos, ropa de marcas prestigiosas y cenas en los mejores restaurantes, sirvieron como la primera pista para iniciar la investigación.
Las autoridades mexicanas monitorearon los movimientos de una tarjeta American Express a nombre de la esposa del exfuncionario. Siguió los movimientos por dos meses, hasta que un pago de más de 300 mil pesos activó las alarmas.
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En el domicilio donde se realizó la captura de Hernán Bermúdez Requena había fajos de billetes, vinos de lujo y joyas adquiridas que compró su esposa. Según el informe de Proceso, la mujer gastaba esa cantidad de dinero “para no aburrirse”.
La captura del exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco es uno de los logros de este gobierno en contra del huachicol fiscal y el crimen organizado. Sin embargo este caso también ensució la imagen que se tenía del partido en el poder por los nexos de corrupción entre altos mandos y autoridades federales con el crimen organizado.
