Dos elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos fallecieron este miércoles tras un tiroteo ocurrido en el centro de la ciudad de Washington D. C., a tan solo unas cuadras de la Casa Blanca.
Los agentes, provenientes de Virginia Occidental, fueron abatidos por un sujeto cuya identidad y motivos del ataque aún se desconocen. El incidente se registró en la intersección de la calle 17, cerca de la estación del metro Farragut West.
El sospechoso fue detenido en la escena y trasladado en camilla, pues resultó herido durante el intercambio de disparos con los uniformados.
Acciones de seguridad ante el ataque
La reacción de las autoridades no se hizo esperar, ya que de inmediato se acordonaron varias cuadras alrededor del lugar de los hechos. La Policía Metropolitana de Washington aconsejó a la población evitar la zona.
Por medio de un comunicado, la secretaria de prensa Karoline Leavitt informó que el presidente Donald Trump está enterado de lo sucedido:
“La Casa Blanca está al tanto y monitoreando activamente esta trágica situación […] El Presidente ha sido informado”.
Trump declara sobre el ataque
A través de su cuenta oficial de X, el presidente Trump confirmó su conocimiento de los hechos. Condenó los actos cometidos contra los elementos de la Guardia Nacional y se solidarizó con los afectados.
“El animal que disparó a los dos Guardias Nacionales, ambos gravemente heridos y ahora en dos hospitales separados, también está gravemente herido, pero a pesar de todo, pagará un precio muy alto. Dios bendiga a nuestra Gran Guardia Nacional y a todos nuestros Militares y Fuerzas del Orden. Esta es gente verdaderamente grande. ¡Yo, como Presidente de los Estados Unidos, y todos los asociados con la Oficina de la Presidencia, estamos con ustedes!”.
¿Por qué había agentes de la Guardia Nacional en Washington durante el tiroteo?
Estos efectivos formaban parte del contingente movilizado a Washington desde agosto bajo órdenes del gobierno federal, como parte de un plan de seguridad desplegado en la capital.
Un juez federal detuvo recientemente la movilización de la Guardia Nacional, al dictaminar que Trump y el Departamento de Defensa desplegaron ilegalmente a las fuerzas militares; sin embargo, los agentes aún no habían sido retirados oficialmente.
