Estados Unidos (EEUU) aplazó la audiencia de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”. La Corte del Distrito Sur de Nueva York postergó tres meses el proceso ante la posibilidad de que su defensa alcance un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos.
La audiencia estaba para el 8 de diciembre. Ahora será el 17 de marzo de 2026, según una orden firmada el 9 de diciembre por el juez John G. Koeltl. La defensa solicitó el cambio de fecha al considerar que aún existen condiciones para una negociación que modifique el rumbo del proceso.
Tanto la Fiscalía estadounidense como los abogados del fundador de La Familia Michoacana buscan cerrar un acuerdo de culpabilidad por dos cargos de conspiración relacionados con tráfico de cocaína y metanfetaminas. De concretarse, el caso seguiría la ruta de otros capos mexicanos que han negociado con la justicia estadounidense, entre ellos Ovidio y Joaquín Guzmán, así como Ismael “El Mayo” Zambada. No obstante, cada acuerdo ha sido distinto: mientras “Los Chapitos” aceptaron colaborar con investigaciones más amplias, Zambada solo aceptó declararse culpable, lo que le permitió evitar una sentencia de muerte.
Para “La Tuta”, los cargos que enfrenta podrían significar una condena de hasta 40 años de prisión, aunque la pena podría modificarse si se formaliza un acuerdo con la Fiscalía. En todos los casos recientes, los pactos han influido en la duración de las condenas y en las condiciones carcelarias, por lo que la expectativa es alta sobre la decisión que tome el exlíder criminal.
Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, fue uno de los capos más influyentes en la historia reciente del narcotráfico en México. Exprofesor rural convertido en dirigente criminal, encabezó primero La Familia Michoacana y después Los Caballeros Templarios, organizaciones responsables de extorsiones, secuestros, asesinatos y del control territorial en Michoacán durante más de una década. Su figura adquirió notoriedad nacional e internacional por su capacidad de operar redes criminales complejas, su influencia política y social en comunidades enteras y su papel central en el auge de la violencia en la región. Su captura en 2015 fue considerada uno de los golpes más importantes contra el crimen organizado en México.