Desde Nueva York, la Fiscalía del Distrito Sur confirmó nuevas y graves acusaciones contra Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia de la Luz del Mundo. Se le acusa formalmente de conspiración de crimen organizado y tráfico sexual, lo que amplía significativamente el proceso judicial en su contra.
La investigación sostiene que García y su círculo de colaboradores más cercanos utilizaron la estructura de la congregación religiosa para encubrir un sistema de abusos sistemáticos durante décadas.
Actualmente, el líder ya cumple una condena de más de 16 años en una prisión de California por delitos sexuales contra menores. Estas nuevas acusaciones lo enfrentan a un juicio aún más amplio por delitos que incluyen explotación, producción de pornografía infantil y transacciones financieras ilegales.
Esquema de explotación religiosa
El jurado detalla que García, de 56 años, y otros cinco acusados, diseñaron un esquema de explotación religiosa para someter a mujeres, adolescentes y niños. Según las autoridades, se aprovechó la fe de los creyentes para controlarlos mediante actos de intimidación, violencia y coerción.
Fuente: La Luz Del Mundo
Entre las pruebas presentadas se encuentran testimonios de víctimas que relatan cómo fueron forzadas a participar en actividades sexuales bajo amenazas. También se menciona la existencia de material audiovisual que documenta abusos contra menores de edad.
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La fiscalía enfatiza que los acusados “se beneficiaron de la fe de sus seguidores para abusar de ellos” y que, al ser confrontados, utilizaron su influencia religiosa y poder financiero para silenciar a las víctimas.
¿Quién es Naasón Joaquín García?
Naasón Joaquín García comenzó su carrera dentro de la iglesia como misionero. Tras la muerte de su padre, Samuel Joaquín Flores, en 2014, asumió como presidente internacional de la organización. Bajo su liderazgo, la iglesia experimentó un crecimiento notable con una sofisticada estrategia de comunicación a través de redes sociales para proyectar una imagen moderna.
Sin embargo, entre 2015 y 2018, comenzaron a surgir múltiples denuncias que lo vinculaban a una red de abuso sexual y explotación. Ahora enfrenta cargos por tráfico humano, producción y distribución de pornografía infantil, y violación de menores, entre otros 26 delitos graves. Su caso se perfila como uno de los procesos judiciales más relevantes contra un líder religioso en la historia reciente de América Latina.
