La distribución de ayuda humanitaria en Gaza enfrenta graves dificultades que ponen en riesgo a miles de palestinos al borde de la hambruna. Mientras Israel afirma permitir el ingreso de 70 camiones diarios, la ONU denuncia que las restricciones militares, los saqueos y la compleja burocracia reducen drásticamente la capacidad de entrega. Esta situación ha llevado a informes crecientes de muertes por desnutrición y desesperados enfrentamientos por alimentos.

Restricciones y peligros en la distribución
El proceso para llevar ayuda a Gaza implica múltiples obstáculos:
- Permisos complejos: La ONU reporta que 506 de 894 solicitudes de movimiento fueron denegadas entre mayo y julio
- Rutas peligrosas: El ejército israelí asigna caminos que pasan por zonas controladas por bandas armadas
- Tiempos prolongados: Cada viaje puede demorar hasta 20 horas debido a controles y desvíos
Olga Cherevko de OCHA explica:
«Los factores combinados ponen en grave riesgo al personal humanitario y frecuentemente obligan a pausar las operaciones».
Esta semana, al menos 79 palestinos murieron en incidentes relacionados con la obtención de ayuda, según autoridades gazatíes.

Posturas enfrentadas y soluciones propuestas
Israel defiende su gestión:
- Asegura no limitar los camiones de ayuda
- Ofrece escoltas militares para convoyes (rechazados por la ONU por temor a provocar más violencia)
- Mantiene abiertos varios cruces fronterizos
Por su parte, la ONU insiste en que:
- La solución fundamental es permitir mayor volumen de ayuda diaria
- La escasez genera desesperación y saqueos
- Se necesita restablecer la seguridad civil para distribuciones efectivas
Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, enfatiza:
«La mejor protección es la aceptación comunitaria, que solo se logra con entregas consistentes y predecibles».
Mientras tanto, la población gazatí sigue pagando el precio de este impasse humanitario.