Al menos seis personas murieron y asciende a 60 heridos este jueves luego de un atentado terrorista ocurrido en la ciudad de Cali, Colombia. Dos cilindros bomba fueron lanzados por desconocidos contra la base aérea militar Marco Fidel Suárez, lo que generó una detonación sobre la transitada carrera Octava.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, calificó el hecho como un acto de “narcoterrorismo” y aseguró que la ciudad vuelve a ser víctima de la violencia organizada. De inmediato, ordenó la militarización de sectores estratégicos. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro viajó a la capital vallecaucana para coordinar la atención a las víctimas y supervisar las medidas de seguridad.
Heridos en el Atentado en Cali: ataque en contexto de violencia regional
Este atentado se produce apenas horas después de que el frente 36 del Estado Mayor Central atacara un helicóptero de la policía en Antioquia, causando la muerte de al menos 12 uniformados y dejando varios heridos. Los incidentes reflejan un aumento en la violencia generada por disidencias de las extintas FARC y grupos narcoterroristas que operan en distintas regiones del país.
LEE TAMBIÉN: ONU declara hambruna en Gaza y responsabiliza a bloqueo israelí
Hasta la noche del jueves, ningún grupo había asumido la autoría del ataque en Cali. Sin embargo, el presidente Petro señaló al frente Carlos Patiño, con base principalmente en el departamento del Cauca y vinculado a las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), comandadas por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco.
Declaraciones del presidente sobre seguridad y los heridos en el Atentado en Cali
En su mensaje, el presidente afirmó:
“Después de la derrota producida a la columna Carlos Patiño con la pérdida de buena parte del cañón del Micay, tenemos una reacción terrorista en Cali con dos civiles muertos”.
Agregó que “el terrorismo es la nueva expresión de las facciones que se dicen dirigidas por Iván Mordisco y que se han supeditado al control de la junta del narcotráfico”.
Las autoridades locales y nacionales trabajan en la atención de los heridos y en la investigación del atentado, mientras la ciudad permanece bajo estrictas medidas de seguridad. La cifra de víctimas ha ido en aumento, y se confirma oficialmente que asciende a 60 heridos, la mayoría civiles, quienes reciben atención médica en distintos hospitales de la ciudad.
