Cinco naciones del Caribe Oriental (Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía) ofrecen programas de ciudadanía por inversión (CBI) que permiten adquirir un pasaporte mediante la compra de propiedades desde $200,000 USD. Estos esquemas, que han visto un aumento del 12% en solicitudes desde finales de 2024, atraen principalmente a estadounidenses, chinos y nigerianos que buscan movilidad global y beneficios fiscales. Sin embargo, enfrentan críticas por posibles riesgos de seguridad y cuestionamientos éticos.

Beneficios tangibles para inversionistas
Los programas CBI del Caribe brindan ventajas concretas:
- Acceso sin visa a 150 países incluyendo Reino Unido y zona Schengen
- Exención de impuestos sobre plusvalías, herencias y en algunos casos ingresos
- Posibilidad de conservar la nacionalidad original
«Para el 85-90% de nuestros clientes, esto funciona como un seguro ante incertidumbre política», explica Dominic Volek de Henley & Partners.
Los pasaportes caribeños también ofrecen ventajas prácticas: un empresario estadounidense menciona que viajar con documentación de Antigua le genera menos sospechas en ciertos países.
Controversias y medidas de regulación
Las críticas a estos programas han llevado a acciones concretas:
- La UE amenaza con retirar el acceso sin visa
- EE.UU. expresa preocupación por evasión fiscal
- Las islas implementaron seis principios de transparencia
Los líderes caribeños defienden los programas. Roosevelt Skerrit, Primer Ministro de Dominica, destaca que su CBI ha financiado infraestructura esencial, incluyendo un hospital moderno. Mientras, Antigua usó estos fondos para evitar la bancarrota tras crisis económicas.