Insultos y provocaciones en la Ryder Cup ponen en jaque la etiqueta del golf

Insultos y provocaciones en la Ryder Cup ponen en jaque la etiqueta del golf Insultos y provocaciones en la Ryder Cup ponen en jaque la etiqueta del golf
La Ryder Cup 2025 en Nueva York estuvo marcada por insultos hacia los europeos. Dejó un llamado a mantener el respeto en futuras ediciones.

Una línea roja se cruzó en Nueva York durante la Ryder Cup 2025. Entre el 27 y 29 de septiembre, los jugadores europeos, principalmente Rory McIlroy, Shane Lowry, Justin Rose y Jon Rahm, recibieron insultos y provocaciones por parte de una minoría de aficionados estadounidenses. Este comportamiento empañó un deporte históricamente caracterizado por la etiqueta, el respeto y la disciplina en el juego. Europa conquistó el trofeo tras resistir la ofensiva final de Estados Unidos con un marcador de 13-15, pero la experiencia dejó señales preocupantes sobre la conducta de los espectadores.

Provocaciones y reacciones en el campo

Jon Rahm relató que los ataques verbales fueron constantes desde la llegada al campo de prácticas hasta el último putt, incluyendo comentarios sobre su peso y su salario en la Liga Saudí. Formar pareja con Tyrrell Hatton y Sepp Straka le permitió manejar mejor la presión y mantener la calma. Rory McIlroy sufrió la mayor parte de los ataques, incluso hacia su esposa, Erica, quien recibió un vaso de cerveza lanzado desde la grada. En varias ocasiones, McIlroy tuvo que ser sujetado para evitar confrontaciones físicas, mientras otros jugadores estadounidenses pedían al público que respetara a los europeos antes de cada golpe.

José María Olazábal, vicecapitán europeo, expresó su sorpresa por la agresividad verbal y destacó que el golf debe ser ejemplo para los niños y jóvenes que presencian los partidos.

“Apoyar a tu equipo con respeto es lo correcto. Lo que vimos no debería repetirse nunca”, señaló.

Lecciones y llamado a la organización

McIlroy reconoció que devolvió algunos insultos a la grada durante la intensa jornada del sábado, pero enfatizó que este comportamiento no debe ser norma en la Ryder Cup. Con la victoria en mano, el golfista británico pidió que se tomen medidas para garantizar que en la edición del centenario, en Irlanda 2027, la pasión no vuelva a superar los límites de respeto hacia los jugadores y el deporte.

La Ryder Cup 2025 en Nueva York dejó claro que, aunque la emoción y la competitividad son parte de la tradición, mantener la etiqueta y la educación entre los aficionados es fundamental para preservar la esencia del golf a nivel internacional.

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