La comunidad Rarámuri participó, entre el 8 al 12 de diciembre del 2025, como invitada de honor en el evento «Navidad Mexicana en el Vaticano». La representación incluyó la interpretación de un coro integrado por niñas de la comunidad rarámuri.
Esta participación constituye la primera ocasión en que una delegación mexicana en el Vaticano incorpora oficialmente a miembros de pueblos originarios. El grupo estuvo conformado por niñas cantoras del Internado Yermo y Parres, ubicado en la comunidad de Carichí, en el corazón de la Sierra Tarahumara de Chihuahua.
Las niñas viajaron desde la Sierra Tarahumara hasta Roma. Su participación incluyó actividades culturales en el Vaticano. Las actividades también contemplaron actos espirituales dentro del programa oficial de eventos.
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¿Qué participación tuvieron los mexicanos en el Vaticano?
La asistencia se enmarcó en el programa «Navidad Mexicana en el Vaticano», coordinado por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y la Embajada de México ante la Santa Sede.
Chihuahua fue el estado invitado en su decimoséptima edición, como parte de las conmemoraciones del Jubileo Ordinario 2025. La delegación oficial estuvo encabezada por la gobernadora María Eugenia Campos.
Las actividades comenzaron con una misa de recepción en la Basílica de San Salvatore in Lauro, oficiada por Monsignor Pietro Bongiovanni. En el evento estuvieron presentes el embajador de México ante la Santa Sede, Alberto Barranco, y el obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González.
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Comunidad Rarámuri es invitada de honor del Vaticano para cantar
El coro ofreció el concierto titulado «De Chihuahua para el mundo: raíces, sonidos y emociones». El repertorio incluyó villancicos y cantos tradicionales interpretados en español y en lengua rarámuri. Su presentación buscó compartir un mensaje de esperanza y visibilizar la diversidad cultural de México en un foro internacional.
En el mismo escenario participaron otros artistas chihuahuenses. El pianista Romeyno Gutiérrez, reconocido como el primer concertista de piano indígena de México, y el grupo musical Conjunto Primavera acompañaron el programa. La velada concluyó con una posada tradicional mexicana.
¿Qué otras actividades realizó la delegación?
La participación de México incluyó otras actividades culturales y religiosas. El hecho principal fue la primera inclusión del país en la exposición internacional «100 Nacimientos del Vaticano», en la Plaza de San Pedro.
- La obra presentada fue un Nacimiento de inspiración rarámuri, elaborado por artesanos de la Sierra Tarahumara.
- La delegación también inauguró una muestra fotográfica en la Vía de la Conciliación y una exposición cultural que incluyó gastronomía en el Complejo del Santo Espíritu en Sassia.
- El Arzobispo Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, presidió la inauguración del Nacimiento.
La gobernadora Campos señaló que la pieza artesanal representaba un mensaje de luz, esperanza y paz.
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¿De quiénes estuvo integrada la comitiva chihuahuense?
La comitiva chihuahuense que viajó al Vaticano integró a representantes de los ámbitos gubernamental, eclesiástico, artístico y de la sociedad civil. Además de la gobernadora y el obispo de la Tarahumara, asistieron funcionarios estatales. Los artistas y las niñas del coro, junto con sus acompañantes, completaron la delegación.
Sus acompañantes incluyeron a la hermana Cecilia Gardea del internado. La presencia de las niñas rarámuris en el Vaticano trasciende el aspecto musical. Este acto supera lo folclórico para alcanzar un significado más profundo.
Constituye un reconocimiento oficial a la identidad y la espiritualidad de los pueblos originarios. Este reconocimiento ocurre en espacios de representación nacional e internacional. Se puede interpretar como un paso en la inclusión comunitaria.
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Es un paso en los diálogos culturales y diplomáticos. Eventos de esta naturaleza se organizan en el marco de acuerdos diplomáticos. México sostiene estos acuerdos con la Santa Sede.
Estos eventos permiten proyectar la diversidad cultural. La diversidad se muestra como componente fundamental de la identidad nacional. La participación en foros de alto nivel establece un precedente.
El precedente permite que otras comunidades indígenas compartan su herencia. Esta herencia cultural se proyecta en el escenario global.
