La tarde del lunes 28 de julio, Shane Tamura, joven de 27 años originario de Las Vegas, cruzó el país en auto hasta llegar a Manhattan. Poco después de las 18:30 horas, ingresó al rascacielos de Park Avenue 345 con un rifle y un chaleco antibalas. En minutos, mató a cuatro personas y luego se quitó la vida.
El edificio, que alberga a empresas como KPMG, Blackstone y la sede de la NFL, fue evacuado tras los primeros disparos. Tamura atacó primero en el vestíbulo y luego en pisos superiores, antes de suicidarse en el piso 33.

Entre las víctimas, un policía en servicio privado
Uno de los fallecidos fue el oficial Didarul Islam, de 36 años, que trabajaba fuera de turno como guardia de seguridad. Su esposa está embarazada y tenía dos hijos pequeños. La comisionada Jessica Tisch destacó su valentía:
“Hizo justo lo que le pedimos. Dio su vida para proteger a otros”.
Otras tres víctimas, aún no identificadas, murieron en distintos puntos del edificio. La policía encontró en el cuerpo de Tamura una nota que responsabiliza a la encefalopatía traumática crónica (ETC) de sus problemas mentales.

Reacción oficial y registros
Los agentes localizaron el vehículo del atacante, con placas de Nevada. Dentro hallaron cargadores y un revólver. Tamura tenía permiso de portar armas en su estado. Las autoridades no han confirmado si planeaba atacar directamente a la NFL, aunque todo indica que conocía la ubicación.
Durante la operación, empleados se refugiaron dentro del edificio. Algunos bloquearon puertas con sillas y archivadores. La evacuación tomó horas.
Trump condena el ataque
El presidente Donald Trump publicó en Truth Social:

Una tragedia más en un año violento
Con este suceso, Estados Unidos alcanza 254 tiroteos masivos en 2025, según el Gun Violence Archive. Las autoridades continúan investigando los motivos y antecedentes de Tamura, mientras Nueva York intenta recobrar la calma tras una jornada marcada por el horror.